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EL CASO DE LAS MUJERES VÍCTIMAS EN CIUDAD JUÁREZ Y UNA SENTENCIA QUE TRANSFORMA LA HISTORIA

. lunes, 23 de noviembre de 2009
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A través de la historia, en distintas culturas y sociedades e incluso por creencias religiosas, la mujer ha sufrido múltiples discriminaciones y un relegado papel secundario, llegando a ser vista como un simple objeto y no como un ser humano que merita amor y respeto, sufriendo así inimaginables situaciones de maltrato físico y psicológico que mancillan su dignidad y coartan sus oportunidades de desarrollo.


Con la evolución de las sociedades y el devenir del tiempo la mujer ha tenido la reivindicatoria oportunidad de iniciar un proceso de transformación en búsqueda del reconocimiento de su importancia como ente social, como indudable dadora de vida y pilar fundamental de la educación en el hogar y de la institución familiar en sí misma. Los movimientos sociales suscitados en el siglo XIX y el papel predominante que jugó durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial(1) viabilizaron el surgimiento de importantes compromisos internacionales tales como las declaraciones, convenciones y protocolos aprobados por Naciones Unidas sobre los Derechos de la Mujer; a nivel regional la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra La Mujer (Convención de Belem Do Para); Y con todo ello normativas especializadas a nivel nacional, instituciones estatales especiales, numerosas ONGs, entre otros.


Indudable resulta afirmar que en menos de 100 anos la situación de la mujer ha cambiado considerablemente. Sin embargo, aun en gran parte del mundo estos esfuerzos no pasan de ser simples enunciados adjetivizados carentes de un accionar eficiente y eficaz, quedando el impacto esperado maniatado ante una cultura machista y la falta de compromiso real de las autoridades. En pocos lugares esa realidad se vive de manera tan cruda y palpable como lo es en Ciudad Juárez, Chihuahua, México.


Esta ciudad ubicada al borde de la frontera con EE. UU., con gran pesar y vergüenza para la humanidad se ha convertido en la capital mundial del feminicidio(2). Desde 1993 se contabilizan aproximadamente más de 400 feminicidios (se desposee de cifras oficiales exactas), ante los cuales las autoridades locales así como las nacionales han mostrado un vago interés, falta de voluntad política y de estrategias concretas para brindar seguridad a las mujeres de la zona así como la persecución, procesamiento y sanción bajo todo el peso de la ley a los autores de estos horrendos crimines y delitos.


Desde que se conociese el primer caso han pasado ya 16 años; tiempo en que cientos de familias han llorado con amargura la muerte de una hija, de una madre, de una hermana, de una amiga. Sin embargo, con una fuerza y energía que pareciera proveniente de los espíritus mismos de esas valientes y valiosas mujeres, unos cuantos familiares decidieron en el año 2001 elevar sus reclamos de justicia por ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. A pesar del tiempo transcurrido, lo tedioso del procedimiento y el dolor en sus corazones, supieron mantener los ánimos y esperanzas que hoy ha rendido sus frutos mediante la sentencia evacuada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.


Aunque a la fecha de concluido el presente artículo no se ha dado a conocer públicamente el valioso documento, se reconoce desde ya que se trata de una pieza histórica. El Estado mexicano ha sido condenado a daños indemnizatorios y con seguridad a la necesidad de la inmediata aplicación de las políticas de lugar necesarias para responder a la situación a fin de poner un alto definitivo a la hasta ahora indetenible tasa de victimas. Cabe resaltar que en virtud de lo establecido en el Art. 67 de la Convención Americana de Derechos Humanos, el fallo de la Corte es definitivo e inapelable, lo que se traduce como una irrevocable victoria para los familiares reclamantes.


Esta sentencia marca un hito para la humanidad, claro que en especial para la mujer. Reafirma a su vez la encomiable labor que vienen realizando tanto la Comisión como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y a la par abre un camino de luz para que mas familiares y mujeres afectadas rompan el silencio, y seguramente permitirá un respiro a los espíritus de las victimas de Ciudad Juárez y sus familiares.


Este fallo ejemplarizador debe servir de marco para todos los demás sistemas de justicia del mundo. Nuestro país debe hacer acopio de la misma, pues son numerosos los casos de violencia ventilados ante las Unidades de Atención a la Violencia Intrafamiliar, de Genero y Sexual de las distintas fiscalías; sin dejar de ser oportuno elogiar la iniciativa llevada durante el presente año por la Procuraduría General de la Republica y la Secretaria de Estado de la Mujer (SEM) mediante la campana Cero Tolerancia hacia la Violencia contra La Mujer, que a la fecha ya ha visto sus frutos con una disminución sustancial de los casos.


Las mujeres de Ciudad Juárez han alzado su voz y han sido escuchadas, así pues esperamos la mujer dominicana rompa el silencio; y las autoridades sigan trabajando de manera responsable, eficaz y eficiente en la protección de tan preciado ser.


Decía Miguel De Unamuno, la mujer es el verdadero principio de continuidad de un pueblo, el arca de sus más preciadas y profundas tradiciones. Por eso les invito a unirse a la causa y juntos exclamar Cero Tolerancia hacia la Violencia contra La Mujer!!!

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Notas:

(1) Es bueno mencionar que incalculadamente durante las dos grandes guerras mundiales la mujer se vio la necesidad de a la par de cumplir con sus hasta el momento clásicas labores hogareñas salir y trabajar en las industrias, en los negocios familiares, ocupar incluso puestos gubernamentales medios, entre otros. Lo que permitió que estas constataran su gran capacidad y con ello se diese paso a los movimientos en propugna del reconocimiento de sus derechos y la equidad de oportunidades con su género contrario.

(2) Feminicidio o femicidio es un neologismo creado a través de la traducción de los vocablos ingleses "femicide" o "gendercide" y se refiere a la muerte evitable de mujeres que pretende, dentro de la esfera de la violencia contra la mujer, ir más allá del concepto tradicional de las acciones violentas contra las mujeres para englobar otras conductas, que habitualmente no son tenidas en cuenta como, por ejemplo, la falta de atención médica a problemas sanitarios femeninos en algunos países [http://es.wikipedia.org/wiki/Femicidio].


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